viernes, 2 de marzo de 2012

¿Libros o E-books?


De fan a fan.

Usualmente me encuentro preguntandome si seré yo la que está mal, y en esas ocasiones termino siempre en la misma conclusión: no soy yo, son ellos.
Desde pequeña mi mamá me incentivó en la lectura, reconozco que muchas veces que me enviaron a leer fui de malas ganas a coger el libro cuando todos mis amigos estaban jugando a fuera. Hoy en día, agradezco haber elegido el libro porque esa elección ha marcado toda mi vida y la seguirá marcando.
Cuando eres un niño quizá no valoras tanto la lectura como deberías, eso llevará a que no lo hagas cuando seas mayor, pero de ahí a criticar a alguien por leer me parece burdo.
Mi madre en primera instancia apoyó mi lectura temprana, me hacía leer los libros que pedían en el colegio, así como mi papá me compraba nuevos para que los leyese en verano, poco a poco fueron creando un monstruo de la lectura y ahora, probablemente, sientan resentidos sus bolsillos por mi necesidad mensual de tener libros, pero sé que muchas de ustedes que están leyendo esto, saben lo que se siente ver que aquel libro que anhelaste por meses está allí, en el escaparate (vitrina), esperando por ti y el endemoniado dinero, que siempre está de por medio, para estar en tu preciado librero acompañando al resto de tus bebés, si, porque probablemente sueles llamarles así.
Cuidas tanto un libro que sufres si se arruga una página, sufres si la tapa se ha doblado, odias a quién lo abre descuidadamente y no valora lo que es un libro. Porque lo cuidas para que parezca nuevo y cuando es viejo lo cuidas porque tuvo historia.
Probablemente, cuando quieres un libro y no tienes el dinero, pareciera que lo anhelas más y recurres hasta la más vil artimaña de convicción para que tus padres se pongan la mano en el bolsillo y te entreguen lo que tanto quieres, o en su defecto, si tu convicción se ve fallida por la deuda inmensa que tienes con ellos por el exceso de libros que has comprado con esa técnica, buscarás ahorrar cada moneda para obtenerlo, con la esperanza que cuando reúnas todo el costo, siga estando allí, esperándote. Y entonces, cuando compres el preciado libro, lo sacarás de su envoltorio unas dos veces para mirarlo, para saber que aún permanece allí, para olerlo y sentir la textura de sus hojas, revisarás que edición es, si es la primera sentirás gozo, si no lo es sabrás que no importa porque finalmente lo tienes allí. Te subirás al bus, autobus, automóvil,metro, tren o lo que sea y olvidarás por completo el hecho que hay más gente a tu alrededor, volverás a sacar el libro de su bolsa y reirás sola. Hojearás las primeras páginas y leerás el inicio que te ha abierto un mundo nuevo. Querrías gritar de emoción, pero sabes que para tus adentros eso ya lo has hecho en innumerables ocasiones, por lo que sonriente leerás una y otra vez las páginas que ya has leído porque, obviamente, habías leído el libro antes, quizá en el computador o en tu celular, pero lo has leído, una y otra vez, pero hasta que lo tuviste en tus manos, hojeaste sus hojas y sentiste su aroma, reconociste aquel libro como tuyo, lo abrazaste contra tu pecho y sonreíste por tenerle. Entonces comenzaste el viaje sin retorno que inicias cuando sueles leer un libro, te sumerges en el mundo que, de no ser por algún bache en el camino que señala que debes bajarte, probablemente no saldrías y te habrías pasado de la parada. Al llegar a tu casa comentas, gritas, quizá saltas e incluso bailas, mostrándoles a todos tu preciado libro, que probablemente mandaste a pedir en la librería de siempre porque no llegaba hasta nuevo aviso, entonces lo reservaste. Pero todo el mundo parece indiferente o quizá con una sonrisa que demuestra claramente que no te entienden, pero tú sigues sonriente y te vas a tu habitación a contarle a todo el mundo que al fin tienes tu tan esperada copia del libro del que tanto hablaste. El resto de aquellas amigas que has conocido por el amor a la lectura comprenderán tu ansiedad, tu felicidad y tu hiperventilación por aquel libro, e incluso le contarás a otras chicas lo bueno que es para que también lo lean. Ese es el tipo de libro que lees una, otra y otra vez y pareces tan encantada como la primera, aún lloras, ríes y suspiras en las mismas palabras que te hicieron sentir así la primera vez.
Entonces, si me preguntas ¿Libro o e-book? Siempre será libro, el tradicional, con sus hojas gastadas por tanto leerlo, con su relieve en la portada y el aroma a nuevo o quizá a viejo, con quizá una pequeña mancha de error de impresión o una palabra mal escrita por ser primera edición. Jamás, jamás un e-book reemplazará, ni siquiera podrá alcanzar la emoción de tener un libro en tus manos y recorrerlo las veces que quieras. Jamás.
Porque cuando llega tu cumpleaños esperas ansiosa que sea un libro, aquel del que has estado hablando por meses, del que obviamente, hablaste mucho cuando se acercaba tu cumpleaños con la ilusión que estuviese detrás del envoltorio y cuando no es un libro sientes que se te cae el mundo, quizá puede ser algo que también querías mucho, pero si se trata del libro que estuviste esperando con tanta ilusión y está detrás de ese hermoso papel, entonces el mundo, sinceramente, se torna color rosa.  
Porque con tu preciado libro caminas hacía todas partes, no te das cuenta si llegaste o no llegaste a la esquina, a penas te fijas si el semáforo cambió de color, tomas tu libro y sigues caminando, la gente te empuja, te mira feo. Probablemente si vas en el bus la gente parece admirada porque llevas un libro en tus manos, entonces tú te preguntas ¿Qué hay de malo en toda esta gente que se admira porque soy joven y leo? Y entonces lo recuerdas, las veces de pequeña que leíste en las tardes, cuando leías los libros del colegio, cuando tu madre te pedía que leyeses en voz alta para ella y entonces dices: ¡Gracias al cielo preferí leer un libro! Y entonces te das cuenta que quizá seas tú la que está mal, probablemente el resto del mundo así lo diga, que eres una rata de biblioteca, que comes, duermes y todo con tus libros, probablemente hables de los personajes como tus amigos o tus enemigos, les hablas como personas normales, como si existieran, porque... un minuto, si existen y sabes que cada vez que abras ese libro una vez más los tendrás frente a ti. El mundo quizá te trate de loca, pero a esta altura ya poco importa, porque has tenido la maravilla de conocer lo que es leer un libro y sentirlo. Puede que estés loca, pero estas orgulloso de ello y cuando ya te resignas y asumes que eres tú la que está mal, te das cuenta que no estás sola, que hay muchas chicas como tú, que leen y disfrutan tanto como tú y, entonces te preguntas ¿Soy yo la que está mal o es el resto del mundo? Y finalmente, llegas a la conclusión: No soy yo la que está mal, es el mundo el que está mal y está así de mal porque a todos les faltó leer, a todos les faltó soñar con un libro abierto, a todos les faltó conocer a ese personaje que amarán y a ese que probablemente odiarán, porque a todos les faltó vivir una realidad hecha fantasía, porque todos ellos no tuvieron la dicha de abrir un libro, oler sus páginas y sentir que ya estás fuera de todo, que te has desconectado de tu mundo para entrar en uno mucho mejor. Porque cuando todo parece estar mal en este mundo, es cosa de abrir un libro. Porque un libro entrega todo lo que necesitas con tan sólo abrirlo.
Y cuando te preguntan: ¿Qué es lo primero que salvarías de tus objetos en un incendio? (sabiendo que has salvado ya a tu familia) Son tus libros y son tantos que sufres de pensar que podría quedarse atrás uno.  
Entonces, de fan a fan, de ratón de biblioteca a ratón de biblioteca, de devoradora de libros a devoradora de libros, les juro: Preferiré un libro, una y mil veces antes que un e-book, incluso antes que cualquier otro regalo, porque con un libro todo parece sentirse diferente, respirarse diferente y vivirse diferente, porque con un libro, cierro mis ojos y comienzo a soñar.

1 comentario:

  1. Me encantó! me sentí tan identificada :D
    Enserio siento lo mismo que tú y es genial leer que alguien en algún lugar siente algo similar :D
    Sigamos disfrutando de nuestros libritos *-*

    ResponderEliminar