jueves, 24 de noviembre de 2011

Quiero ser...


Cuando pequeños, quizá entre cinco y seis años, a todos nos preguntaron ¿Qué quieres ser cuando grande? Mi pregunta es ¿Por qué nos arruinan la infancia? ¿A caso no se trata de disfrutar la infancia que es la mejor etapa que debería quedarnos en nuestros recuerdos? ¡Ni siquiera la infancia fue completamente nuestra! Desde pequeños nos estaban presionando para pensar en el futuro, insertandonos en nuestra infancia aquellos momentos aterradores de la vida humana. Definitivamente eso es cruel, incluso para Lady Vader, ¿Qué piensan esos padres al obligar a crecer a sus hijos con esas preguntas capciosas? Quizá en ese momento respondimos cualquier cosa, cuando me lo preguntaron dije que sería Doctora, que para iniciar está mal usado el concepto porque en realidad quería ser médico, no Doctora, ya que implica tener un doctorado de por medio que en este país y en muchos países se les regala el reconocimiento a los médicos que ni siquiera han cursado un Doctorado para merecer el título de Doctor, pero ese es otro cuento. Cuando dije que quería ser "Doctora" todos en mi casa sonrieron, clara y cómo no, si ser médico es sinónimo de buen sueldo. ¡Desde pequeños nos materializan! Luego de un par de años cambié de parecer, tenía cerca de ocho años y dije que quería ser actriz y en ese momento el mundo se acabó. Las actrices se mueren de hambre, no tienen trabajo estable y un sinfín de criticas que llovieron cuando dije que quería ser actriz. Jamás pensaron que podría ser buena en eso y sin duda, eso fue el primer sueño infantil roto por la madurez temprana que insertaron en mi los adultos. Cuando mi hermana a los cinco años dijo que quería ser estrella de rock fue el mismo cuento, los mismos traumas, hasta que le insertaron el chip de "tienes que ser..."
¡Es la infancia, señoras y señores, la infancia! El momento donde nuestras primeras pinceladas de carácter salen a la luz, donde nuestros sueños son los más inocentes que jamás tendremos, el momento de soñar libremente sabiendo que el costo es gratuito, pero no... resulta que ser un pintor, bailarín, actor, entre otros, es morirse de hambre. El colmo.
Nadie niega que aspirar a ser más en este mundo siempre es bueno, pero arruinar los sueños infantiles a tan temprana edad es demasiado. Sinceramente, nadie niega que quizá a los pequeños en su momento no les afectó tanto, pero nos quedó en el subconsciente por todos estos años y ahora, que tenemos que decidir que es lo que queremos estudiar se nos complica el camino.
¿A quién no le ha pasado que tiene esa crisis vocacional de último minuto?
Elegir a los 17 o 18 años que quieres estudiar para trabajar el resto de tu vida, me parece insensato. Hacemos esos test vocacionales en los cuales, en su mayoría, terminamos sirviendo para todos los campos y finalmente quedamos igual de confundidos. Cambiamos una y otra vez la opción original que teníamos. Yo quise estudiar Medicina, Actuación, Ingeniería Comercial, pedagogía en Historia, Pedagogía en lenguaje y comunicación Derecho, Ser uniformada en la fuerza aérea o en el ejercito, ser píloto de un F-16 o un F-18, Tecnología médica, literatura y enfermería. Y así, probablemente tantas cosas más de las que creí poder ser buena.
Lo curioso es que jamás pensé en ser otra cosa que no se estudiase en una universidad. Así que mis opciones estaban allí y allí tenía que estudiar. Los estereotipos sociales nos señalan quienes son exitosos y quienes no, y por éxito se traduce a tener dinero, un buen status social y entre otras características.
Hoy en día, se les pregunta a los adultos ¿Cuál era tu sueño para ser...? ¿Cuál era tu labor soñada?
Y lo más triste es que te das cuenta que la mayoría quería ser otra cosa de lo que es ahora, muchos querían ser deportistas, pertenecer a las fuerzas armadas, entre otros sueños que hoy no se cumplen. Y después nos preguntamos ¿por qué la sociedad está amargada?, ¿Por qué el chofer del bus es tan desagradable? ¿Por qué el médico es tan indiferente y nos trata como un número? ¿Por qué el profesor está tan desmotivado?... hay tantos porqués que responder y la verdadera pregunta es ¿Por qué no hacemos lo que realmente queremos si la vida es corta y los sueños se pueden cumplir en la medida que los deseas?

"Los sueños se convierten en realidad en la medida que los persigues"

Lady Vader.


P/D: Tuve una excelente infancia, no me quejo, pero la sociedad estigmatiza los sueños.

3 comentarios:

  1. Tienes tanta razón... Soy de las que piensa que luego de graduarnos de la escuela nos deberíamos tomar un año sabático para ver el mundo y analizar lo que queremos hacer con nuestra vida. Yo he pasado de modelo a actriz, de actriz a cardióloga, de cardióloga a nutricionista, de nutricionista a maestra, de maestra a abogada, de abogada a profesora y puedo seguir por un bueeeennn rato. Pero entonces tienes a todo el mundo preguntándote qué vas a estudiar. Las fiestas familiares son las peores. Ese tío que solo ves una vez al año te pregunta y si no le das una contestación aceptable, entiendase por aceptable abogada, contable, farmacéutica y médica, te suelta el discurso de que estás tarde, de que te tienes que decidir ya. ¡¡Es estresante!!
    No es cualquier decisión la que estás tomando. Estás decidiendo el resto de tu vida y de equivocarte tendrás que atenerte a las consecuencias.

    Muy buena entrada. Deberías escribir una columna en algún periódico XD

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  2. Me gusta este Lado B...
    Yo llegue a soñar que seria Astronauta y al contrario de lo que dice aqui fui yo misma la que se desmotivo... Razones geograficas y de inteligencia mas que todo, en mi casa tenia una maestra que me decia que yo seria la que la llevaria a la luna y me sentia orgullosa pero note que los astronautas no viven en mi pais, que hablan ingles y que son unos craneos para las matematicas y yo no hablaba ingles y odiaba las matematicas.

    Pero mis opciones de vida han sido marcadas por la sociedad, la presion de no ser menos que tu prima de tu misma edad que ha quedado en 3 universidades, de no ser menos que tus hermanas mayores que son todas profesionales que saliendo del bachillerato entraron inmediatamente a la universidad.

    Y cuando tuve 2 opciones preferi la univerdad de mas prestigio antes que la carrera que mas me gustaba aunque de la otra carrera ni sabia de que trataba.

    Estamos marcados por lo que dicta la sociedad y ni cuenta nos damos.

    No me arrepiento de mis decisiones, pero se que no fueron del todo libres o del todo mias.

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  3. Buena entrada :)
    En este momento me siento confundida, doy la psu y como tú he pasado de querer ser abogada a profesora, a bibliotecaria, a veterinaria y enfermera.
    Y claro a veces me siento presionada, siento que todos esperan de mí, que quede, que entre a la U, que me vaya bien, que tenga éxito, pero a veces sueño otras cosas como viajar, tener un año para mí, aprender inglés, tantas cosas que no se me permiten.
    Muchos saludos!
    Dani*

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